La juventud tímida

En su juventud, Pablo era muy tímido, no se atrevía a acercarse a las muchachas ni a los adultos conocidos que se encontraba por la calle. Iba siempre vestido de negro, en honor a los poetas del siglo pasado. Sin embargo, a pesar de su extraña timidez y su introversa personalidad, fue adquiriendo amigos poco a poco. Él, por su parte, ofrecía su amistad más fácilmente cuanta menos importancia le dieran los otros. Algunos se sentían interesados y atraídos por la curiosidad que causaba ver a un joven de dieciséis años, vestido en su capa española negra, y obsesionado por la poesía. Sin embargo, la mayoría desconocía que su pintoresca indumentaria venía condicionada directamente por su situación económica de pobreza.

Uno de sus amigos, Pilo Yánez, le invitó varias veces a su casa con calefacción. Lo que más le llamó la atención a Pablo fue su pijama de rayas, del que todavía muchos años después siguió teniendo envidia. Pilo le consiguió a Neruda una entrevista con su padre, que era senador, para intentar lograr que le pagara un viaje a París, pero al entrar en su despacho, el poeta sufrió varios patinazos sobre el suelo de madera, cayéndose bruscamente. Al hacer el ridículo delante del senador, éste nunca más volvió a ponerse en contacto con Pablo. Posteriormente, Pilo Yáñez cambió su nombre a Juan Emar y se hizo escritor, para pocos años más tarde morir a causa de la pobreza.