En los años 20 Pablo había cobrado ya cierta fama, gracias a un premio literario estudiantil, sus nuevos libros y su capa. Sin embargo en aquella época la vida cultural estaba en Europa. La mayoría de los artistas de la oligarquía chilena se iban Francia, donde se desarrollaba un gran mundo cultural. Muchos se preguntaban por qué Pablo no había viajado aún a París. Entonces fue recomendado por un amigo a un jefe de departamento del Ministerio de Relaciones, al que visitó saliendo con la promesa de tener un puesto en el extranjero asegurado. Al cabo de dos años seguidos visitándole periódicamente, y sin conseguir su propósito, Pablo se encontró con su amigo Bianchi, hijo de una familia bien situada. Este amigo le llevó directamente a ver al Ministro. Cuando llegaron al despacho, el Ministro tocó un timbre y al instante apareció el jefe de departamento al que Neruda había estado visitando. Leyeron al poeta una lista de lugares del mundo con puestos disponibles para él, y eligió uno cuyo nombre le había sorprendido al ser pronunciado. Ese mismo día Pablo fue nombrado Cónsul de Rangoon, un país al este de Asia. Para Neruda ese país era totalmente nuevo, antes no lo conocía, así que lo buscó con la ayuda de Bianchi en el globo terráqueo que había en el salón ministerial. Cuando se reunió por la noche con sus amigos para celebrarlo, había olvidado el nombre del lugar.
lunes, 12 de enero de 2009
Cónsul de Chile en Rangoon
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