martes, 13 de enero de 2009

Su llegada a México en 1940

Cenote en México



En 1940, el gobierno chileno envió a Neruda a México. La primera vez que lo vio recordaba las palabras de Alfonso Reyes, que identificaba al país como “La región más transparente del aire”. Pablo se dejó fascinar por los mercados mexicanos, la contundente historia de México y su impresionante geografía, pero lo que enamoró fue la atmósfera de profundidad y movimiento en las ciudades y las personas. También visitó con curiosidad las ruinas que habían dejado los antiguos mexicanos. En sus memorias, el mismo poeta expresa con empatía y fascinación sus descubrimientos acerca de los sacrificios. Había unos muy particulares que se realizaban en pozos naturales llamados cenotes. Enjoyaban a una mujer virgen y la adornaban con flores, para luego lanzarla al fondo del pozo sin que volviera a emerger jamás.

En México se daba la moda en los varones de llevar pistola. En una celebración en barca que le estaban haciendo a Neruda sus amigos mexicanos, cada uno quería que disparara su revólver para dejar grabada en él esa valiosa conmemoración. Pablo cogió un sombrero mexicano, y recogió todas las armas. Se las llevó a casa y las confiscó durante varios días. En sus memorias afirmaba que le gustaba pensar en sí mismo como en el único poeta que ha tenido una antología de pistolas.


No hay comentarios: