martes, 13 de enero de 2009

El destierro y la esperanza

Pablo Neruda y Matilde Urrutia, su mujer




El ministerio de Chile aceptó la dimisión de Pablo como cónsul. En primer lugar comenzó por viajar a Perú (donde escribiría “Alturas de Macchu Picchu”); después regresaría a Chile (donde sería elegido senador de la República en 1945 y trataría de combatir la pobreza de los habitantes de su país). Residió en su país natal hasta que el dictador González Videla se hizo con el mando y ordenó la persecución implacable del poeta. En todo ese tiempo Neruda estuvo escondiéndose, y por fin, en 1949 consiguió huir del país atravesando los Andes y llegando hasta Francia. A partir de ese momento comenzaría de nuevo un etapa de dinamismo en la vida de Pablo Neruda, marcada por los largos viajes que realizó (desde la Unión Soviética a la India, pasando varias veces por China, Ceilán, Birmania e Italia, donde pasaría un tiempo residiendo en una casa prestada con su tercera y definitiva mujer, Matilde Urrutia). A ella le dedicaría sus “Versos del capitán”, aunque los publicaría de forma anónima para no herir la sensibilidad de su antigua mujer, Delia del Carril. Acabó su destierro en 1952 y retornaría a su ciudad, Santiago de Chile. Nuevos e importantes trabajos surgieron durante su estancia en Chile entre1952 y 1957: las “Odas elementales”, las “Nuevas Odas elementales”, y el “Tercer libro de las odas”.

En 1963 Neruda recibió el premio Novel, después de varias tentativas en años anteriores, y todos sus amigos lo recibirían con alegría. Así mismo, para el poeta supuso gran satisfacción.


Pablo Neruda recibiendo el Nobel en 1963


Entrevista a Pablo Neruda (1971)

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