lunes, 12 de enero de 2009

La vida en Colombo



Pablo Neruda con sus mascotas


En Colombo, no parecía haber llegado ningún atisbo de la revolución que se estaba dando en la India. En la sociedad se establecía una jerarquía en forma de pirámide, ocupando el mejor puesto los colonizadores ingleses. Allí conoció Pablo Neruda a un snob llamado Winzer, cuyo cargo era el de “Conservador del tesoro cultural y arqueológico”, y que se dedicaba a enviar antiguas y valiosas piezas arqueológicas a los museos de Inglaterra, sustituyéndolas en Ceilán por otras esculturas hechas en celuloide japonés. Neruda le consideraba un excelente producto del Imperio, es decir, un auténtico sinvergüenza.

En esos años Pablo sufrió una sorpresa que desestabilizó su vida emocional. Josie Bliss se estableció en Colombo, se mudó a vivir a una casa enfrente a la de Pablo. Ella, que no había cambiado en absoluto, continuó en su nueva vivienda dirigiendo ataques contra la vida social del poeta. Atacaba a los visitantes que entraban a ver a Neruda, y a las mujeres que se citaban con él. Por fin, Josie decidió sacar un pasaje para barco y marcharse de Colombo, y Pablo estuvo a punto de seguirla, a pesar de su inestable personalidad. Sin embargo, el poeta no subió al barco, y sus vidas terminaron por separarse en ese mismo momento.

Durante su vida en Colombo, Neruda escribió parte de su obra “Residencia en la tierra” (en el índice de direcciones a la izquierda del blog, se encuentra la reseña de la página web en la que se puede leer la obra completa de “Residencia en la tierra”), que mostró el tono amargo de verdad y retórica –melancólico pero optimista– que caracterizó a Pablo Neruda en ese período de su poesía.

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